Franck Lebraly

Originario del sur de Francia, pasó su infancia entre las restauraciones de obras de arte de su padre y la ebanistería familiar. Luz, horizontes, mar, palmeras y limones acunados por formas femeninas que encarnan un sur caduco, sugerido por sus líneas, la huella de Klein, Cocteau o incluso del gran Pablo.

Apasionado de Italia, de la Riviera y de los años 60, su obra es fruto de esta mezcla, con el lugar y su historia como primer reflejo.