Bernard Langenstein

“Influenciado desde muy temprano por el mundo de las imágenes, siguiendo los pasos de mi abuelo y mi padre, soy fotógrafo. Me gusta mirar, pasear, explorar. La fotografía es para mí una forma personal y obsesiva de mostrar universos particulares, objetos cotidianos e industriales que a veces resultan inquietantes pero que tienen una utilidad real. Un día descubrí estas esculturas plantadas en los prados, estas instalaciones como tótems, muros, a veces caóticas o perfectamente alineadas, revelando el carácter del campesino que las modela, y sin saberlo crea obras efímeras dignas de un artista contemporáneo. Un día un agricultor me dijo: es bueno interesarse por nuestro trabajo ”. Bernard Langenstein Bernard Langenstein deambula por el campo en busca de instalaciones agrarias que desea inmortalizar de forma gráfica. Por tanto, su obra presenta masas oscuras, que rompen con el cielo y la tierra. El juego de luces da un carácter singular a estos imponentes "frutos sobrenaturales". Las fotografías se caracterizan principalmente por tonos negros, blancos y verdes. El ambiente general se puede resumir como “un delirio poético de industrialización agrícola.