K-Yo

Las ganas de aprender los colores me llegaron a finales de los 90, cuando descubrí las pinturas hiperrealistas que hacía un amigo en pasteles. Aplica una barra de pastel sobre un soporte de papel: querrás poner los dedos sobre el papel, mezclar los colores, ¡luego sucede la magia! aparecen los matices, las sombras dan profundidad, los blancos relieve... Los pigmentos puros en las yemas de los dedos con nombres muy sugerentes se superponen, se codean: el Azul de Prusia se encuentra con el Blanco Titanio que puede ser atenuado por la Tierra de Siena.

Autodidacta y curiosa por naturaleza, atraída por este sutil arte del fotorrealismo, elegí desde el principio el pastel que permite transcribir con mayor fidelidad ciertas texturas pero también dar ese aspecto aterciopelado a la piel.

Algunas de mis obras, en particular un trompe l'oeil de la naturaleza, están realizadas en óleo o acrílico, el pincel es otro enfoque y esta técnica me permitió descubrir algo diferente, en particular con la gestión de los tiempos de secado y la aportación de material. muy alejado del pastel.

Hoy en día, la gran mayoría de mis pinturas y más particularmente los retratos están realizados con palitos o lápices pastel de diferentes marcas. Para formatos pequeños de hasta 700 x 1000 mm, trabajo sobre Pastelmat de Clairefontaine, más allá preparo soportes de madera MDF de 10 mm recubiertos con una imprimación "casera".

Este folleto presenta parte de mi trabajo desde mis comienzos en 1998.