Daniel Mourre

Daniel Mourre muestra los excesos de las sociedades humanas y la necesidad de cambios rápidos para evitar el inevitable estallido de situaciones extremas y afrontar la finitud programada del Hombre provocada por una naturaleza devastada. Para representar el impacto del hombre en su entorno, Daniel Mourre creó la serie de propagación e impregnación, al igual que César y su serie de compresión y expansión. Para respaldar su enfoque, a diferencia del artista Christo que empaquetó las obras para mostrarlas,

Daniel Mourre desenvuelve una alcantarilla colocada sobre un lienzo estampado con su huella oxidada para mostrar su ausencia. Para ello, el artista se posiciona como un arqueólogo de un futuro muy lejano que descubriría huellas y fósiles de la época del Antropoceno. La tapa de alcantarilla, que para el artista simboliza la civilización humana industrial, está revestida mediante diferentes técnicas.

Por su antinomia, el objeto nos permite resaltar los extremos observados en nuestra Sociedad. La consecuencia es la aparición de óxido que resulta de la destrucción del metal, base de nuestra sociedad contemporánea. Podemos ver sus obras como las huellas fosilizadas de una era industrial que perdió significado y fue destruida. Las piezas que muestra reúnen, en su total contemporaneidad, una especie de recordatorio del arte primitivo, un nuevo primer arte post-colapso. El público es desafiado por la estética de las obras que coinciden con la oscuridad de la observación; cuando el visitante se centra en la técnica utilizada, entonces se le hace evidente la absoluta coherencia del conjunto.