Françoise Amossé

Al instalar el lienzo o el papel, siento fuertemente la presencia física del tejido del lienzo, su trama, lino o algodón, o la veta del papel. La mano que lo hizo, me la imagino físicamente. A mi vez, toco los materiales, los miro, veo la adherencia de los materiales o de las pinturas sobre sus superficies, los cruces y superposiciones que se producirán, el efecto de las gotas o los rayones del lápiz. Me resultan familiares.

Experimento el impacto que tendrán los flujos, las masas depositadas con un cuchillo u otros instrumentos u objetos, las texturas mezcladas, los olores también. PIDO PRESTADO, soy heredero, INVENTO, creo nuevas formas. Pinto, pego, rasco, transformo. Mis “huellas" están ahí esperando unirse con otras, con metales, con telas, con múltiples soportes. Y ME DEJÉ SORPRENDER. Por eso me gusta trabajar en series. La obra resulta de un descubrimiento, de algo nuevo, se presenta como una “variante" y luego abre el campo de posibilidades. El universo es enorme y efímero, de hecho y por naturaleza. Se convertirá en otra cosa al día siguiente...