Geneviève Elliot-Moretto

Genevieve Elliot-Moretto nació en 1948. Vive y trabaja cerca de París. Realizó cursos en Artes Aplicadas y en la Escuela del Louvre y asistió al taller de modelos vivientes de la Grande Chaumière en París, antes de convertirse en profesora de artes plásticas en Seine-Saint-Denis, en 1992. Expone regularmente en Francia y en el extranjero, en instituciones culturales o galerías. En 2014, participó en un proyecto del Museo Quai Branly. Genevieve Elliot-Moretto desata los tortuosos hilos de una condición humana, de una comedia, sufrida y sublimada. Sobre la oscuridad del fondo, el artista alumbra la luz de otro posible. Efectos de colores y materiales, el sujeto irradia y desafía. Juega, propone, incluso manipula. Sin certeza, solo un campo de cuestionamiento, una invitación al intercambio. El sufrimiento no se puede decir, es el lazo común visceral. Deslumbrante, atraviesa; palpitante, perdura. Compañero de toda la vida, atraviesa corazones y cuerpos y se envuelve en conchas. Aparece Geneviève Elliot, desflorando las pieles para diseccionar las almas. La expresión nace de la carne, de las siluetas como del traje. Las opciones cromáticas audaces (pigmentos del tono de la piel, marrón rojo sangre, blanco azulado) contribuyen a la dramaturgia de las composiciones. El artista se embarca en un abismo de lo íntimo, el nuestro y el suyo, para llegar al abandono, la decadencia antes del renacimiento. Muy apegada a la figuración, su trabajo de estilo atemporal está marcado por su interés por los cuerpos y todos sus estados de ánimo. A través de ellos, ella revela sin concesiones a sus contemporáneos. No es de extrañar, entonces, que entre sus influencias cite a Francis Bacon, Berlinde de Bruyckere, así como a Rembrandt o Bruegel.