Guillaume Praizelin

Fue a partir de la década del 2000, luego de serios problemas de salud que decidí pintar más en serio, es decir, ya no arrojar ni destruir mis creaciones. Tomé más tiempo y dediqué más tiempo a la pintura, ya otras formas de expresión (música, gráficos…). La estética de mis obras se inspira en el arte abstracto, el arte brut, digamos el arte contemporáneo en general, pero también una multitud de otros movimientos musicales y pictóricos. Esta no es una inspiración consciente, sino un vasto mundo, un universo de creación que va desde Hieronymus Bosch a Brueghel por la atmósfera del misticismo, desde Max Ernst a Anselm Kiefer por el espíritu de la materia, desde Cy Twombly por la diversidad de técnicas y el rechazo del dominio. Mi trabajo es impulsivo y muy intuitivo. A pesar de haber pasado un año en la escuela de arte, me considero en gran parte autodidacta, experimentando con nuevas técnicas y nuevos temas, con el objetivo de expresar una emoción, una atmósfera, sin requerir una explicación, ni una representación clara y precisa. Hasta entonces, casi nunca he expuesto. Este proceso creativo, inicialmente “terapéutico” en cierto modo, hoy representa el grueso de mi actividad. Mi trabajo ya no es el reflejo de una "crisis", sino el enfoque de un verdadero pintor artístico, en el sentido profesional.