Lionel Prat

Lionel Prat, autodidacta, desarrolló muy pronto un sentido artístico centrado en el diseño industrial y la pintura de letras. Guiado por su pasión por la música, no dejará de integrarla en su trabajo. Iniciado en la fotografía y la serigrafía, en la década de 1990 conoció al pintor y fotógrafo holandés Marcel Couwenberg con quien trabajó en la fotografía de calle durante dos años. Pero es realmente su encuentro con Yem, grafitero e ilustrador californiano, lo que le va a desencadenar la pasión por la gráfica que utiliza tanto en fotografía como en dibujo y pintura. Siempre en busca de nuevos elementos y técnicas, comenzó a trabajar con el té en 1999, lo que parece devolverlo a la primera nota, en el origen del signo. Luego crea estructuras urbanas con conciencia vegetal, una suerte de urbanismo utópico. Él mismo describe sus obras como "el paisaje de una sociedad oxidada por la regresión conductual, la música parece ser el movimiento moral del individuo".