Kamo

kAMO es un auténtico y legítimo artista callejero, no se define como un artista sino como un grafiti y un revolucionario. Lo que lo motiva se refiere a la violencia en la que se ahoga el mundo. Para él, el verdadero grafitero crea actos militantes que llevan mensajes políticos en el sentido más amplio del término. Acaba de aceptar exponer en galerías menos para satisfacer su ego que para superar la frustración que sentía con los artistas que han dejado la ENSBA o cualquier otro lugar y que se apoderan de los códigos del graffiti sin aceptar y comprender su espíritu, significado y alcance. Frente a quienes juegan con el esteticismo de lo urbano, el artista se ha comprometido a dar este paso para mostrar la verdad de una práctica suburbana. Kamo ha estado nadando allí desde 1995. Poco a poco, ha ido ganando convicción. Sabe que los "vándalos" del mundo moderno tienen más legitimidad que los que usan una estética sin aceptar el juego, él, por el contrario, lo acepta. Colectivo al principio, su ambición no se reduce con el tiempo para disgusto del ego. Por ejemplo, comparte sus próximos carteles con otro grafitero (dexun).