Marie-Noëlle Fontan

Del universo de fibra e hilo donde el artista encontró la herramienta y la técnica de su obra plástica, espacios intensos y sensibles exudan una pura sinfonía de colores, volúmenes, líneas y luces. Tanto es así que nos olvidamos de las limitaciones y preocupaciones de la ejecución ligadas a la complejidad del tejido y la delicadeza del material. "Se trata menos de naturaleza que de una transfiguración basada en elementos naturales" (Hervé Courtaigne) La observación de plantas en los jardines de París, en los bosques de Borgoña o en el campo de Guatemala (su segunda patria), son momentos de diálogo espontáneo con la naturaleza. Luego, el color o la morfología de la planta orienta la creación de la obra. Marie-Noëlle Fontan en busca de la memoria, teje el paso inexorable del tiempo. El artista es humilde, frente a la inmensidad de la naturaleza y la creación, pero este texto, escrito mediante tejido vegetal y la red de trama y urdimbre, revela una dimensión inconmensurable. Como Herman de Vries, Marinette Cueco, Paca Sánchez y Claudie Hunzinger; Marie-Noëlle Fontan se atreve a elegir el camino tupido para componer con lunares, plantas aladas, enredaderas, corozos, lenguas de vaca, chichicastes, algodones silvestres y hasta líquenes.