Didier Merceret

Didier Merceret, joven artista autodidacta, se dedica al arte de la pintura desde muy joven. A los cinco años ganó su primer premio en un concurso de dibujo organizado por el midi libre. Guiado por su padre, pintor y decorador de profesión, descubrió el universo de las formas y los colores. Sin embargo, a pesar de su incipiente pasión, no se le permitiría crecer en el campo y asistir a las bellas artes.

Como era de esperar, siguió un curso como colegial y luego como estudiante, sin embargo, se reservó largos momentos para dedicarse a su arte favorito. Dirigido a estudios en contabilidad y comercio, desarrolló solo años después su verdadero talento, como lo demuestra la realización de numerosos retratos.

Originario de Perpiñán, no se cansa de retomar paisajes de mar y montaña sorprendentemente realistas. Buscando a su vez el detalle y la precisión de las líneas, la exactitud de los tonos, el juego de luces y sombras, restaura así la verdad en toda su diversidad. De ello resulta un ennoblecimiento resultante de una trascendencia plena. Ahora, creando solo composiciones personales, es en un estilo de pintura más surrealista y simbólico que terminará por imponerse.

"Toda obra de arte que trasciende la realidad es una aparición hacia lo sublime".

Poseedor de una notable maestría técnica, es un mundo muchas veces lleno de sueños y en ocasiones incluso de misticismo que el artista nos hace descubrir en sus pinturas. Encontramos un simbolismo omnipresente en el corazón mismo de sus creaciones, lo que nos obliga a buscar el mensaje que él quería transmitirnos. Fuerza y suavidad se unen en una búsqueda pictórica muy elaborada y una paleta de colores rica en matices y acompaña una realización muy precisa en los detalles. La luz que emana de sus pinturas es poderosa y de alguna manera define profundas convicciones sobre el sentido de la vida y sus valores humanos.

"La luz, sea lo que sea, es la realización de nuestros sueños ..."