Nea Borgel

Nea Borgel es una artista polimorfa, inclasificable, inquietante y solitaria. Tal vez porque es una serpiente escorpión ascendente Sagitario en chino, como Picasso. Quizás también porque su nombre proviene de un libro erótico y cuenta la historia de un joven pervertido. O quizás porque su vida, sus vivencias, sus encuentros, la dejan con una lucidez particular sobre la naturaleza humana, con las alegrías y lágrimas inherentes que intenta transformar en una historia estética y sensible. Para ello utiliza la pintura, el dibujo, la fotografía, la creación digital, el estarcido, el collage y el volumen. Se pierde, se esparce, se esparce, porque rechaza las etiquetas y cualquier forma de confinamiento.

Ser artista es ser libre, ¿no? Desde el color, el erotismo, el psicoanálisis, la geometría, los arquetipos de Jung hasta la física cuántica, para ella, la ciencia y la mente están íntimamente ligadas. Busca el vínculo, ese vínculo que nos une a todos, porque para ella es allí donde reside la única esperanza de nuestra humanidad. Sensible y salvaje, no se equivoquen, su dulzura esconde una profunda violencia.