Constanza Mulder

A los 19 años se fue a París, donde trabajó como modelo y maniquí. Después de 5 años regresó a su tierra natal e ingresó en la Escuela de Arte. En 1992 terminó sus estudios y se trasladó al sur del país. Mientras tanto, tiene dos hijos y empieza a vivir con su pareja en una vieja granja de un pequeño pueblo, combinando su vida con el modelaje, la enseñanza, la pintura y la maternidad. En la granja también tuvo la oportunidad de criar a sus caballos. En su arte, los caballos fueron un tema constante durante mucho tiempo. Ha pintado a muchos caballos famosos y a sus jinetes por encargo, pero también su pasado como modelo le ha servido de inspiración para pintar a mujeres en su belleza y fuerza.