NINA

Nina, nombre artístico de Nadine Pillet, nació el 9 de enero de 1970 en Suiza. A principios de los 90, durante una estancia de varios años en Asia, descubrió la técnica de pintar con polvo de carbón, por la que tuvo un verdadero "amor a primera vista". Apasionada por esta técnica, aprendió lo básico con un artista local. Tras su regreso a Suiza, dividida entre el arte y la medicina, puso sus pinceles en un "cajón" y decidió dedicar su tiempo principalmente a la medicina natural y cuántica. De regreso a Asia en 2013, volvió a enamorarse de esta técnica. En 2014, se mudó allí durante varios meses y comenzó a pintar nuevamente en una galería local. Fue durante este período que finalmente encontró la plenitud que le dio la confianza para continuar en este camino. Sus pinturas se basan íntegramente en las emociones humanas que la fascinan. Sus obras consisten principalmente en retratos, representaciones de emociones plasmadas en sus evoluciones diarias y el simbolismo de grandes sentimientos humanos como la paz interior, la búsqueda de la armonía y el amor. Sus pinturas están hechas con polvo de carbón, con o sin base de pintura según los requerimientos del tema específico. Aplica el polvo de carbón con pinceles al papel en cantidades muy pequeñas, lo que le permite jugar con tonalidades que van desde el gris muy claro hasta el negro intenso. El resultado así obtenido se acerca a una foto en blanco y negro. Para algunas pinturas, utiliza polvo pastel aplicado de la misma manera para contrastar un elemento específico. Para las técnicas mixtas, utiliza acuarela y / o acrílico como fondo antes de pintar con carbón, dando así una impresión de pintura o escultura antigua. Esta sutil técnica, que se presta muy bien a la creación de imágenes en detalle, es casi desconocida en Occidente, donde despierta un gran interés y una cálida acogida. Lo importante para ella en la creación de un cuadro no es tanto la técnica, sino las emociones que surgen de él y que las personas que lo miran sientan que en ellas, que hay un eco de algo, algo personal, que se encuentran en algún lugar de la obra. Cuando este es el caso, para ella es una pintura exitosa, incluso si, técnicamente, quizás podría haberlo hecho mejor. Hacer una obra viva y expresiva es lo que más le gusta. Es una técnica que requiere mucho tiempo y paciencia. Un retrato al carbono en formato de 28x38 cm requiere entre 20 y 30 horas de trabajo y un formato más grande, generalmente alrededor de 40x60, tardará entre 40 y 70 horas dependiendo de los detalles. En técnica mixta, alcanza fácilmente las 100 horas de trabajo. Cada cuadro es un viaje que la transporta a emociones profundas, en la magia de la creación, fuera del espacio-tiempo, deseando proyectarte en tu propio Universo y llevarte a viajar dentro de ti.