Maestros de la pintura moderna

No debe confundirse con el arte contemporáneo, el término "arte moderno" se refiere a las obras producidas entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX. En respuesta a la urbanización de la revolución postindustrial, los artistas rechazaron la estética de los movimientos artísticos de los siglos anteriores y empezaron a dar rienda suelta a la creatividad en sus pinturas. 

En el arte moderno, hay varias tendencias principales muy diferentes, empezando por el impresionismo y terminando con el expresionismo abstracto. En este periodo de la historia del arte también se produjo un cambio radical en el estatus de los artistas, que pasaron a ser más personales, lo que hizo que los grandes maestros pasaran a primer plano. En esta selección, Artsper hace un recorrido por la cronología exacta del arte moderno y los genios del siglo XX que han cambiado definitivamente nuestra forma de ver el mundo.

Considerado ampliamente como un catalizador en el desarrollo del arte moderno, el impresionismo fue el primero en desafiar las rígidas reglas del arte académico. Comenzó en 1872 con el óleo de Claude Monet Impresión, sol naciente. El estilo dominó entonces en Francia hasta el final del siglo bajo el pincel de Renoir, Degas, Manet...

A partir de la década de 1890, aparece el postimpresionismo, un movimiento muy colorido que deja aún más espacio a la interpretación. Sus grandes nombres son nada menos que Van Gogh, Cézanne y Gauguin, con cuadros únicos y completamente nuevos...

El siglo XX comenzó bajo los mejores auspicios artísticos con el fauvismo. Un grupo de pintores de vanguardia, entre ellos Henri Matisse y André Derain. Rechazaban la idea de que los artistas debían representar una ilusión de la realidad, pero sin embargo se inspiraron mucho en el mundo que les rodeaba. Enfatizaron las percepciones individuales con tonos coloridos y jugaron mucho con la luz.

Poco después de la Primera Guerra Mundial, los pintores de Alemania y Austria adoptaron un enfoque experimental, más conocido hoy como expresionismo. Adoptaron y adaptaron todas las características de otros movimientos artísticos. En particular, adoptaron colores artificiales y una iconografía individualista.

Uno de los movimientos que probablemente tuvo mayor impacto en el arte moderno y acentuó el giro hacia la abstracción es el cubismo. Iniciado por Georges Braque y Pablo Picasso en 1907, el cubismo revolucionó la pintura, la escultura, la música y la literatura. Las obras cubistas representan modelos (objetos, personajes, paisajes, etc.) descompuestos y ensamblados en una composición abstracta. El artista multiplica los puntos de vista para poder abordar el tema de una manera más global y, de hecho, más verdadera. Así, el cubismo se compone de formas geométricas y de una paleta inagotable de colores para subrayar ciertos rasgos que podrían habérsenos escapado en una primera lectura.

El surrealismo llegó en los años veinte. Sus líderes son Salvador Dalí, Max Ernst, Man Ray, Joan Miró, René Magritte... Este género se basa en los sueños y apela al inconsciente del artista y del espectador proponiendo situaciones absurdas y psicodélicas...

Por último, el expresionismo abstracto, llevado a cabo por Jackson Pollock, Mark Rothko o Willem de Kooning, se basa no sólo en el color sino también en el propio proceso creativo, como el goteo y el vertido.