Pintura Desnudos

El desnudo es un estilo artístico que remonta a la Antigüedad y atraviesa la historia del arte. Forma parte de la base de la formación artística clásica, con la tradición de realizar bocetos a partir de un modelo vivo en taller. Del realismo a la abstracción, el desnudo sigue poblando la pintura contemporánea, sobre todo ahora que vivimos en un mundo donde la imagen y la apariencia están al centro de la atención. Exploremos juntos la historia de la pintura de desnudos…

La representación de cuerpos desnudos está presente en el arte desde la Antigüedad, y se encuentra sobre todo en los bajorrelieves de Egipto. De la Antigua Grecia, heredamos principalmente las representaciones de cuerpos perfectos. Héroes y dioses con torsos definidos y cuerpos atléticos están abundantemente representados en esculturas o jarrones.

Posteriormente, el arte romano se inspiró mucho en los desnudos griegos. Tras una pausa en la Edad Media, con el dominio de la religión católica, la pintura de desnudos volvió con fuerza durante el Renacimiento. Las investigaciones de anatomía se reflejaron en el arte. Artistas como Miguel Ángel y Alberto Durero se distinguieron particularmente pintando desnudos sobre lienzo. 

No fue hasta 1568, con la contrarreforma protestante, que se prohibió la pintura de desnudos en los lugares de culto. Los artistas recurrían entonces a trucos como taparrabos, las melenas de los sujetos o las cortinas. Por supuesto, las grandes familias de la época, como los Medici, siguieron encargando cuadros de escenas mitológicas en las que se representaban desnudos...

A partir de entonces, la pintura de desnudos fue testigo de su tiempo, reflejo de las normas y la política vigentes entonces en un determinado territorio. Cuerpos heridos, dramáticos y exagerados a la manera de Rembrandt o Caravaggio marcaron el arte barroco. Más adelante, ocurre una vuelta a lo antiguo en el neoclasicismo con desnudos en escenas de guerra  con el romanticismo…

El desnudo es un verdadero reto para los pintores, ya que es muy difícil de dominar. Sobre todo porque durante el siglo XIX las pinturas de desnudos estaban muy codificadas para ser aceptadas. Un desnudo debía representar la pureza, la virginidad, y debía inspirarse en la antigüedad y recordar la figura religiosa.

Con la llegada del Romanticismo, el desnudo pudo asumir su sensualidad sin escandalizar. Es al auge del realismo que ciertos desnudos provocaron un escándalo. Destacan "Olympia" de Manet y "El origen del mundo" de Courbet, que rompen completamente con las convenciones pictóricas de la época, tanto en la actitud de la modelo como en su posición social o en la escenografía.

A lo largo de los siglos, la representación del cuerpo desnudo ha reflejado los cánones de belleza de las sociedades, pero también sus miedos. Los cuerpos demacrados de Egon Schiele o la paleta de colores pálidos de Lucian Freud reflejan el estado de ánimo torturado de una época, más allá de una simple estética personal. Entre los grandes nombres del arte moderno y contemporáneo que se han lanzado en este género figuran los artistas Gustav Klimt, Francis Bacon, Jenny Saville, Eric Fischl y Philippe Pearlstein.

Entre los desnudos imprescindibles de Artsper, no se pierda los cuerpos azules intensos de Isabelle Lebret, los cuadros de Etienne Gros o los trazos sueltos y poéticos de Ottelien Huckin, así como muchos más cuadros de galerías de arte internacionales.