Yosman Botero

El universo creativo de Yosman Botero se puede definir como un espacio construido de puertas y espejos, donde todo se refleja y se confronta con el objetivo de mapear, revelar y cuestionar el equilibrio de poder. Influenciado por múltiples referencias de la historia, la literatura, los documentales y el arte, Yosman ha construido una colección de archivos rica en mezclas que utiliza en el momento de la creación. Destaca por su capacidad de detectar signos y símbolos para desarrollar narrativas que, en una dimensión visual y conceptual, desafían tanto las tensiones ideológicas e institucionales como la del sistema económico en una sociedad que soporta décadas de represión y brutalidad, articulando un trabajo esencialmente político.

Yosman desarrolla un proceso creativo en el que primero sitúa un acto de colonización, luego determina el ejercicio de explotación al que corresponde. Su obra critica el uso inadecuado de los recursos naturales por parte de la minería, la manipulación de la información por parte de los poderes fácticos y las frenéticas ansias de enriquecimiento. En este punto, gran parte de su obra surge de la necesidad de visualizar el vacío, de generar procesos de resiliencia en el espectador.

Hay un marcado interés por la arquitectura y el paisaje que adquieren una dimensión del territorio. Así, su método de trabajo podría definirse como el estudio de la ecología de la guerra, donde expresa un interés por aquellos paisajes que, durante los conflictos armados, adquieren valor solo en la medida en que pueden ser un recurso para el enemigo.

Hay muchas referencias teóricas al trabajo de Yosman. Entre ellos se encuentra la escritora, filósofa, cineasta y fotógrafa estadounidense Susan Sontag quien, en sus libros, reflexiona sobre el significado de su arte. “Que un paisaje de batalla sangriento pueda ser hermoso, en lo sublime, asombroso o trágico de la belleza, es un lugar común de imágenes de escenas de guerra hechas por artistas. La idea no encaja bien cuando se aplica a imágenes tomadas con cámaras: encontrar belleza en fotografías de escenas de guerra parece cruel. Pero el paisaje de devastación sigue siendo un paisaje. En las ruinas hay belleza. »(Sontag Susan, Respecto al dolor de los demás. De Bolsillo, 2010. p. 68)