Lee Ufan

Lee Ufan, un artista contemporáneo clave en la escena coreana, nació en 1936 en Haman-gun, Corea del Sur, entonces bajo el dominio japonés. Esto marca el punto de partida de la dualidad de su obra, que vacila entre las raíces coreanas y los lazos japoneses. Honrado por el gobierno japonés por su participación en el desarrollo del arte contemporáneo nacional, el artista aborda los temas de la naturaleza, el vacío, el espacio y la energía, mientras explora la diversidad de materiales. Pintor pero también escultor, filósofo y poeta, concede especial importancia a los materiales y busca acercar experiencias al espectador. De hecho, sus pinturas tienden a crear un diálogo entre el tiempo y el espacio circundante, mientras que sus esculturas interactúan con el espacio. El artista logra así llamar la atención sobre lo que no se ve en primer lugar, para redefinir lo existente.

Tras estudiar pintura oriental, poesía y caligrafía en Seúl, se trasladó a Japón en 1956 para realizar cursos de filosofía. Fue entonces en la Universidad Nihon de Tokio donde descubrió pensadores como Nietzsche, Heidegger o Merleau Ponty que influirían en su pensamiento y en su arte.

A finales de la década de 1960, se convirtió en crítico de arte y luego líder del movimiento Mono-ha, en japonés la escuela de las cosas, que buscaba hacer que los objetos puros, ni manufacturados ni alterados, entraran en diálogo entre sí. Este enfoque refleja el deseo del artista de interesarse por las relaciones entre los materiales, el espacio y el espectador. Su trabajo se basa en sus estudios filosóficos y pretende ser universal e inmediato. Traspasa las barreras del lenguaje ofreciendo un arte no figurativo basado en los gestos y el encuentro entre los materiales y el vacío o incluso el espacio. Luego redefinió el arte occidental en la Bienal de París en 1971, donde presentó Mono-ha por primera vez en Europa.

Lee Ufan se hizo un nombre al exponer en muchas instituciones prestigiosas como el Museo Guggenheim de Nueva York, la Tate Modern de Londres, el Kunstmuseum de Bonn en Alemania, el Museo de Arte de Yokohama, en Japón o el Palacio de Versalles en Francia. en 2014. Además, abrió su museo en Naoshima en 2010.

Su trabajo, por tanto, tiene hoy un alcance internacional y se ha convertido en uno de los artistas contemporáneos más reconocidos. Residente en Francia desde la década de 1970, el artista abrirá próximamente su fundación de arte contemporáneo en Arles en el antiguo Hôtel Vernon, “muy bien situado, cerca de las arenas, en las ruinas de la civilización romana. Es un lugar habitado por la misma familia desde hace varias generaciones, lo que también me dio una buena impresión de la época. Y me inspira el diálogo entre mi obra y estos fragmentos de ruinas. "