Detine

Nacido en 1962 en el suroeste de Francia, Detine es pintor. Vive y trabaja en Midi-Pyrénées. Hereda de sus orígenes italianos la pasión por el arte en todas sus facetas. Su infancia está sacudida por una multidisciplinariedad artística, la música, el teatro, la pintura ... Detine tiene una necesidad visceral de expresión pictórica, sobre todo a través del color y el dibujo. Desde el inicio de su carrera, sus obras perfilan los primeros rasgos que ella llama "las abrasiones de la vida". Su primera pintura figurativa en pastel seco cristaliza su estilo clásico. La obra artística de Georges Mathieu y la de Zao Wou Ki ocupan un lugar preponderante en su obra. Al encontrar la abstracción lírica, Detine logra saciar su sed creativa catártica. El dinamismo de las pinceladas del artista imita una energía burbujeante inherente a su persona. Una sinergia sumada a una simbiosis da lugar a un universo singular, cuya huella es ostensible. La mano de Detine compone bajo el yugo de la música, configurando así una “coreografía pictórica y cromática” donde el gesto representa lo “visible” de su ser interior. La música cataliza sus emociones, sumergiéndola por completo, absorbiéndola y sumergiéndola de nuevo en sus pinturas. Se aleja de una práctica de intelectualización para evitar la premeditación del gesto. Mediante un meticuloso trabajo de color y luz, Detine inscribe una emoción en una pureza de formas. Al componer una obra singular, íntima y universal, el pintor consigue tejer un vínculo irremediable entre el lienzo y nuestro ser.