Tao Zuo

Tao ZUO es un artista contemporáneo nacido en 1978 en Liao Ning, China. Vive y trabaja en París y Chambéry. En 2004 abandonó China y se trasladó a París. En 2007 fue admitido en la École supérieure d'Art et Design de Grenoble. Durante sus estudios, en contacto con esta nueva cultura, descubrió la instalación artística. Esta forma se convertirá en su modo de expresión preferido. Anticipándose a un tema que se volverá recurrente a partir de entonces, la circulación multicultural, crea instalaciones donde la filosofía china y sus conceptos dualistas se presentan en nuevas perspectivas. Universal, pero también profundamente china, la obra de Tao Zuo cristaliza en protocolos poderosos y originales, tomados del universo de formas, materiales y sonidos, un diálogo ya multicultural entre Oriente y Occidente. El término “Entre-Deux” se hace eco de los momentos de la vida en los que nos sentimos en ... en el medio ... de nuestros viajes, nuestras decisiones, nuestros proyectos. En estos pasajes que atravesamos para volvernos diferentes, podemos percibir la emergencia de un nuevo significado: inventarse una mirada diferente sobre uno mismo, sobre el hecho, para acoger en cualquier crisis la fuerza del cambio positivo que contiene. "Me volví hacia las instalaciones, el video y el sonido. Creo que este enfoque artístico corresponde a mi sensibilidad creativa y me permite mostrar mis percepciones artísticas". La ola y el secreto Alrededor del tema del vuelo del tiempo y el flujo inexorable del amor el camarógrafo, pintor, instalador Tao Zuo presenta en Chambéry el movimiento sin fin de las olas rompiendo sobre las rocas filmado a cámara lenta en una toma fija y desde arriba. A través de un diálogo implícito entre Oriente y Occidente y después de haber desarrollado toda una visión de los cuerpos erguidos o encorvados, el artista a través de su video sugiere cómo los placeres se convierten en verdugos bajo el efecto del tiempo y su expansión. Pero el trabajo sugiere también cuán fuertes permanecen bajo esta opresión. La ola se convierte en el arma que nunca llega al reposo y nunca deja de suscitar el deseo desde las profundidades.