Philippe Perrin

Philippe Perrin es ante todo el meticuloso director de una narrativa realista que desafía al visitante por su obsesión por señalar las fuerzas que gobiernan la vida de los hombres. Fe, violencia, amor, injusticia, drogas. Nunca es una lección moral o un ejemplo, sino una representación de uno mismo en contacto con estas fuerzas.

Su medio es el real tal como se presenta hoy. Para trabajar en él, el artista utiliza herramientas documentales: dibujos, esquemas, fotografías, colección y reproducción de objetos, comunicación, puesta en escena teatral a veces espectacular, hechos diversos, dramas íntimos, rituales de la vida moderna.

Si la obra de Philippe Perrin sorprende al visitante y perturba al aficionado, es porque es radical y exclusiva en un registro que no es inusualmente así, y si la violencia se asocia - erróneamente - con el caos es que permanece en gran parte desconocida, casi tabú, y como tal, da miedo.

“Me gusta que mis obras den la impresión de tomar como rehén al voyeur. La indiferencia no tiene lugar. La única forma de salir ileso es a través de la reflexión, independientemente de la cultura de uno. Es la inteligencia la que puede ayudar a salir de esta mala situación o la armonía física y mental con el objeto en cuestión ”.