Todos los créditos fotográficos: Georgina Cotineau-Corcy

Tuvimos el placer de conocer a Corinne Bensahel, Directora Artística de Baobab Collection, y a Sophie Petetin, artista reconocida por su universo colorido y poético. Juntas, firman una colaboración inédita que mezcla diseño, naturaleza y emoción.

1. Hola Corinne, ¿puede hablarnos de su trayectoria profesional y de las etapas que la llevaron a este puesto?

Las vueltas de la vida me llevaron a Baobab Collection. Al regresar de Estados Unidos en 2008, comencé una nueva carrera como asesora para un banco de inversión francés, encargándome de operaciones de compra y venta de empresas de lujo.

He tenido varias vidas: en París, muy joven, trabajé en los mercados financieros. Luego, creé colecciones de ropa infantil bajo licencia. En Estados Unidos, me convertí en consultora en el sector del lujo, y tuve la suerte de profundizar en el arte gracias a una coleccionista de arte contemporáneo en Miami.

De vuelta en Francia, aprendí el oficio de consultoría en fusiones y adquisiciones. Al acompañar a marcas en su valoración, conocí a Alain Lahy, uno de los accionistas históricos de Baobab.

Entonces pasé al otro lado, participando activamente en la adquisición de Baobab Collection con un fondo de inversión. Hoy en día, asumo el rol de Directora Artística. ¡En la vida hay que saber reinventarse!

2. ¿Cuál era la relación de los fundadores de Baobab con el arte y cómo mantienen viva esa tradición?

La relación de los fundadores con el arte estaba centrada principalmente en la fotografía. Colaboraban con grandes fotógrafos para sus campañas publicitarias.

Luego, se instauró una dimensión más profunda. El storytelling de la marca necesitaba representarse visualmente, y el arte ayudó a ilustrar esa narrativa estética y olfativa.

3. ¿Qué llevó a la marca a colaborar con artistas? ¿Cómo transforma eso su enfoque de producto?

Como acabo de decir, el arte aporta otra dimensión. Hacer fotos de productos por sí solas puede resultar bastante aburrido. Pero colocar nuestros objetos frente a una pintura o junto a una escultura lo cambia todo: realza nuestros productos perfumados. Se crea una puesta en escena. Me encanta colaborar con artistas sin banalizar nunca su arte.

4. ¿Qué busca en un artista y qué le atrajo de Sophie Petetin?

Descubrí a Sophie Petetin en Artsper. Abrí mi teléfono, me relaja ver obras de arte, y ¡pum! Me encontré con sus pinos piñoneros. Aportan una verdadera ligereza al día a día. Hay color, un trazo simple pero muy controlado, y mucho movimiento. Se siente de inmediato el ambiente del sur.

Me encantó su trabajo y la llamé. Le expliqué mi idea. Al principio era un poco confusa, pero ella aceptó el juego, o mejor dicho, nos prestó algunos cuadros para que nos divirtiéramos durante una colección.

Nunca somos propietarios de las obras. Las alquilamos por 6 meses, el tiempo que dura una campaña, y nos comprometemos a dar visibilidad y reconocimiento al artista en todas nuestras comunicaciones.

5. ¿Cuál es su visión sobre las colaboraciones entre marcas y artistas, cada vez más centrales en las estrategias de marca?

Sí, es cierto, me encantan las colaboraciones. Pero para mí es esencial preservar el valor de la obra. Debe seguir siendo única y fiel al artista. Hay muchas formas de colaborar, pero lo más importante es respetar siempre el trabajo del artista. Es lo que intentamos hacer.

También tuvimos la oportunidad de hablar con Sophie Petetin, la artista detrás de las obras que inspiraron esta colaboración.

6. Como artista, ¿cómo abordas las colaboraciones con marcas como Baobab sin comprometer tu integridad artística?

Acepté esta colaboración por varias razones. Los productos reflejan mi visión de la belleza y la estética. Además, la empresa apoya la campaña Octubre Rosa, destinando parte de las ventas de la vela "Women" a la lucha contra el cáncer de mama.

Esta colaboración surgió por casualidad gracias a Artsper. Corinne estaba viendo una de mis obras con pinos piñoneros y me llamó, no para hablar de Baobab, sino simplemente para compartir la emoción que sintió. Luego me propuso una colaboración para su colección de primavera 2025, basada en cuatro obras sobre el tema del viaje. Lo que me conmovió fue su relación sincera con el arte y los artistas. El hecho de venir del mundo de la moda también enriqueció nuestro intercambio.

Baobab seleccionó las obras que coincidían con su universo para la futura colección de rafia La French Riviera, respetando plenamente mi integridad artística. No hubo encargo ni briefing, solo una emoción compartida — y eso es exactamente lo que busco: pintar para transmitir una emoción y ofrecer un momento de felicidad.

7. ¿Cómo encaja esta colaboración en tu práctica artística?

Mi práctica artística se centra en el color. Soy una colorista, es parte de mi ADN. Incluso a veces fabrico mis propios pigmentos. Cuando empiezo un lienzo, tengo una idea del tema, pero el color es lo principal. Busco una armonía entre formas y tonos, como una composición musical. Mis pinos piñoneros son como personajes que cuidan el paisaje.

A Baobab también le encanta la naturaleza: los árboles, las flores, los elementos. Me gustó esta afinidad. En la mayoría de mis cuadros, la naturaleza es el centro. Me inspira en cada estación. Las velas de Baobab aportan calma y serenidad, en sintonía con mi enfoque artístico.

8. ¿Qué te ha aportado esta colaboración y crees que influirá en tu trabajo futuro?

Esta colaboración me ha dado un gran reconocimiento y creo que traerá nuevas oportunidades. Empecé a pintar estos pinos piñoneros hace más de dos años y varios ya han sido adquiridos. Esta experiencia influirá en mis elecciones de formatos, colores y bocetos. Siempre me ha atraído la estética y el equilibrio.

Hoy sueño con proyectos de decoración, formatos XXL y colaboraciones con interioristas. Después de esta colaboración, creé una serie sobre Saint-Tropez, con pinos piñoneros flotando sobre la ciudad, inspirados en mis paseos matutinos por el golfo.