Todos somos observadores de nuestra sociedad. Así es exactamente como podríamos describir el intrigante universo de Dan Witz. Dan Witz nos lleva con él a un mundo que se contempla a sí mismo, se preocupa y acoge sus contradicciones. El artista nos sitúa frente al espejo de los vivos, el espejo de nuestra conciencia. Nos preguntamos con él sobre esta extrañeza que percibimos en nuestra humanidad en lo más helado y oscuro. Hay oscuridad en nuestro egocentrismo y el artista nos interpela sobre este tema, llevándonos hacia una reflexión esencial.

Su arte nos permite dar el paso atrás necesario para comprender nuestra civilización en toda su insinceridad, y es un verdadero sobresalto para el espectador que sólo puede empujarlo a preguntarse sobre los medios de acción a su disposición para preservar su humanidad. Llama la atención el hiperrealismo de las obras, los personajes representados están ahí, muy vivos frente a nosotros. ¿Quién mira a quién? ¿Quién está mirando a quién? Tómate el tiempo de mirar a los ojos de Brent, representado en la obra: "Jump suit". ¿Te molesta esa mirada? Si es así, mucho mejor, porque entonces te hace reaccionar: miedo, angustia, seducción, fascinación, lo que sea, estos ojos y este ser nos hablan a cada uno de nosotros.

En esto, Dan Witz realiza un truco maestro. Hablemos de técnica: con sus magníficos claroscuros y su impecable dominio de la pintura al óleo, el artista dota a sus obras de una fuerza muy especial. Dan Witz produjo poco, se demoró en estos lienzos durante mucho tiempo, trabajando en ellos durante varias semanas o incluso varios meses, pasando de uno a otro. Las multitudes, o "Mosh pit", son particularmente exitosas. Cada pequeño detalle es relevante, cada movimiento, cada personaje, cada objeto cuenta una historia y determina implícitamente quiénes somos. Los púlpitos están entrelazados, más vivos que nunca. Y todo ello con una densidad emocional increíble.

Hablábamos del lado oscuro de la obra del artista: efectivamente, esto es lo que aparece a primera vista. Estamos firmemente convencidos de que el mensaje positivo del artista se encuentra en el reflejo que los espectadores podemos tener por efecto espejo. Por lo tanto, es obviamente un enamoramiento que teníamos por estas obras particularmente evocadoras, de un poder increíble, y estamos orgullosos e impacientes de presentar a Dan Witz y su universo hiperrealista.