Atraída, apasionada por el arte desde niña, la inspiran grandes artistas como Paul Klee, Victor Brauner, Suzanne Valadon, Frida Kahlo. Bestiarios celtas, máscaras antiguas, ornamentos, sus sueños, muebles de los años 60 hasta nuestro futuro, la arquitectura y la vida de los barrios populares en los que creció, son los elementos en los que se inspira creativamente. ​Petit Jouy se formó en técnicas de dibujo en el estudio de la artista-pintora Muriel Astier-Lameignère. Trabaja principalmente en pintura acrílica, tinta y rotulador sobre lienzo y papel. Le gusta utilizar, para fondos y detalles, la técnica del puntillismo sobre soportes de papel. La espontaneidad de su obra conduce a un universo hipersensible, donde cada obra cuenta una historia, transmite un mensaje, desafía, libera una energía. Por ello, encontramos en sus personajes una cierta dualidad de género, predominan los símbolos.

Petit Jouy tiende a la sinceridad, a la autenticidad, el arte es su lenguaje. Busca cuestionar nuestro mundo actual, comunicar su visión personal, sobre las cuestiones de la sociedad a las que es sensible, cuestiones de género, el medio ambiente, la mujer, la relación con nuestros iguales, o incluso el viaje interior. El ser humano está en el centro de sus obras. Petit Jouy también ha colaborado con un artista digital para crear un museo virtual en torno a sus obras en papel.