Nacido en Kuwait en 1968, Halloum estudió en el Instituto Nacional de Bellas Artes del Líbano, donde se graduó en 1993. Posteriormente asistió a la Academia di Bera de Milán, donde recibió su diploma en 1999. El artista ha participado en Varias exposiciones individuales y colectivas en todo el Medio Oriente e internacionalmente, incluyendo Líbano, Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos e Italia. Sus obras se presentan en varias colecciones privadas regionales y mundiales. Halloum encuentra su inspiración en la naturaleza. Representa paisajes ricamente texturizados con colores vivos y configuraciones aireadas. Sus obras abrazan el medio pictórico, enfatizando la planitud del lienzo. Halloum también pinta esculturas y juega con la superficie y la textura de los materiales para crear ilusiones de planitud. Juega con los conceptos de espacio y profundidad, mientras utiliza técnicas de expresionismo cromático.

Pinta desde la observación directa, estudiando cuidadosamente el movimiento y la luz, interactuando con estos elementos para producir instantáneas de espléndidas experiencias visuales arraigadas en el momento presente. La obra del artista posee vestigios de tradiciones históricas del arte y alude a las obras de los postimpresionistas Cézanne y Gauguin. El uso que hace Halloum del color es intenso y expresivo. Su aplicación de pigmento es generosa y su pincelada es enérgica. Apaciguador y atractivo, las pinturas de Halloum tienen una sensación tangible, con su uso de formas simplificadas representadas a través de planos de color. Ya sea que pinte un paisaje luminoso, una escena de mercado concurrida, una vista íntima desde el balcón o un modelo anónimo, simultáneamente congela la acción y emana bullicio.

Las pinturas de Halloum son amplias, donde los paisajes y las escenas tienen espacio para florecer. Sin embargo, agrega hábilmente una capa a este concepto, dando la impresión de que las imágenes se extienden más allá de sus lienzos, simbolizando la abundancia de la naturaleza. Su obra también tiene gráficamente una calidad inacabada, suspendiendo aún más el impulso de las composiciones.