

Biografía
El proceso artístico de Armah tiene algo de catalizador. Piensa en imágenes. Traduce eventos, experiencias, pensamientos y sentimientos directa y asociativamente en composiciones abstractas sin distorsionar la concepción y la esencia fundamentales. Un aspecto esencial que imparte un pragmatismo realista a sus obras sin privarlas de sus potenciales metafísicos y espirituales. Este pragmatismo y una inspiración espontánea y que fluye constantemente siempre culminan en temas completos y conceptos generales en serie.
En la obra de Armah uno encuentra las intersecciones esenciales que le resultan familiares en su propia vida. Amor y odio, alegría y tristeza, desinterés y egomanía. Dependiendo de la constitución personal del espectador, podrá descubrir aquellas cosas que hemos resumido en conceptos simples como riqueza material y pobreza y su función como medida del valor humano.
El paradigma contradictorio en la obra de Armah: después de considerar perspectivas, siempre ligadas a nuestras personalidades individuales, el artista desea una segunda perspectiva. Olvida tu punto de vista, tu opinión, tus experiencias personales y tu ego, y no intentes encontrar conexiones entre las simples ideas rectoras de las obras y tu compleja personalidad. Vale la pena intentar volver a ver con los ojos de un niño, los ojos a través de los cuales una vez viste cuando aún se estaban formando los atributos de tu personalidad que llevaron a tu colocación en esta sociedad.