Svend Hammershøi

Svend Hammershøi (1873-1948) fue pintor y ceramista. Ocupa un lugar especial en la historia del arte danés. Fue muy conocido en su época, como su hermano Vilhelm, pero exhibió mucho menos que éste. Por ello, hoy es menos conocido.

Svend Hammershøi pasa varios meses al año en Inglaterra. Los edificios, el clima y la atmósfera británicos se corresponden con su estado de ánimo. A los 11 años, tuvo un sueño: en un día de niebla, caminaba por una calle estrecha. En la densa niebla, se le apareció la silueta de un campanario con una aguja puntiaguda. En Dinamarca no existen estas agujas. Cree que tuvo otra vida en Inglaterra, quizás en el siglo XIII o XIV. Toda su vida buscaría ese sueño de la infancia, ese campanario, pero no lo encontraría. Inglaterra seguirá siendo el país de su imaginación y le servirá de inspiración. La campiña inglesa cercana a Oxford inspiró más de un centenar de cuadros.

 Sus cuadros están impregnados de una atmósfera suave, poética y misteriosa. Sus representaciones de castillos daneses rodeados de árboles se caracterizan por un color cálido y envolvente de tonos grises-marrones y dorados. Sus gamas de colores matizados alcanzan un raro refinamiento.

Svend Hammershøi tiene un carácter melancólico. Vive con su madre y su hermana mayor Anna en Frederiksberg, cerca de Copenhague. Mantiene una fuerte relación con Vilhelm y su cuñada Ida durante toda su vida. Los árboles son sus principales motivos: árboles altos y viejos con ramas delicadas y rayadas por el invierno en la campiña inglesa y, sobre todo, en los alrededores de Copenhague. Tanto en sus paisajes como en sus representaciones de los edificios y monumentos antiguos del país, los árboles desnudos dominan sobre un cielo dorado y ligeramente brumoso. Hay una interacción casi viva entre los edificios y los árboles.