Guillermo Arismendi

La obra de Guillermo Arismendi es el resultado de años de búsqueda de su propia expresión personal. El proceso creativo es un diálogo permanente con las obras de arte, lo que les permite aparecer con la mayor libertad posible. Le da al artista la oportunidad de guardar viejos recuerdos, esperanzas y temores, así como partes inesperadas de mí.

Guillermo Arismendi debe los colores y movimientos que representa en sus cuadros a la música y la danza. La coreografía de colores y líneas, la espontaneidad de gestos y paletas, todo está guiado por un estado de ánimo no verbal. La belleza de las matemáticas también inspira el sentido de precisión y disciplina del artista. Sirve de contrapunto a los instintos más salvajes en el acto de creación. No hay ninguna restricción que no sea la sinergia entre el caos y el orden. El resultado que busca lograr es una obra que habla por sí misma con voz propia, enviando un mensaje de libertad y cercanía al espectador, que es invitado a completarla.