Dr. Seuss

El Dr. Seuss (Theodor Seuss Geisel) era un narrador en el sentido más amplio de la palabra. No sólo contaba historias fantásticas de lugares lejanos, sino que también nos dio un lenguaje visual único que llevó sus historias a nuevas cotas de expresión artística. El surrealismo fue la base sobre la que construyó su carrera, pero al igual que una plataforma de lanzamiento inactiva justo antes del despegue, el surrealismo pronto se vería envuelto en las llamas de la diversión ridícula y su torre de lanzamiento sería arrojada al suelo con cada nueva caricatura editorial, portada de revista, pintura o libro infantil.

Fue esa energía explosiva la que empujó las obras de Theodor a lugares de otro mundo, llevando a pequeños y mayores a un viaje que se convertiría en un punto de referencia crítico para la mayoría de los niños a partir de 1937, así como para los adultos que los criaron. Casi todo el mundo tiene un recuerdo significativo del Dr. Seuss. Muchos de los principales artistas plásticos, poetas, cineastas y autores de hoy citan a Theodor como una de sus mayores influencias. De hecho, lo que Walt Disney fue para el entretenimiento, Theodor Seuss Geisel lo fue para el arte y la literatura.

Theodor se decantó muy pronto por un lenguaje visual que resultó ser un poderoso vehículo desde el que ofrecer medios artísticos. Desde los primeros dibujos publicitarios y editoriales hasta los setenta años de pinturas, dibujos y esculturas, las criaturas con cuernos, bigotes y alas del Dr. Seuss jugaban mientras contemplaban los problemas del mundo dentro de paisajes de inspiración decó de puro disparate. Estas imágenes iconográficas se convirtieron en la base de los libros para niños más conocidos de Theodor y pusieron de relieve la importancia vital de la diversión infantil sin trabas.

La diversión ridícula lo impregnaba todo, un penacho de cohetes que envolvía incluso la historia de su propia vida. Al explicar la "locura lógica" de su obra, Theodor dijo: "Si empiezo con un animal de dos cabezas, nunca debo renunciar a ese concepto. Debe haber dos sombreros en el armario, dos cepillos de dientes en el baño y dos juegos de gafas en la mesilla de noche". Esa coherencia se revela en todo el espectro de la vida y la obra de Theodor. 

Robert Chase Jr., editor, The Art of Dr. Seuss.