Malerie Marder

Las fotografías íntimas de Malerie Marder evocan un mundo de habitaciones estériles, recuerdos sensuales, encuentros románticos, secretos, nostalgia y fantasía suburbana. Su desnudez es una metáfora de la conversación franca y sin tapujos y su lente 4x5 es una radiografía, no un San Valentín. 

Marder ha pasado una vida examinando con franqueza la forma humana, inmortalizándola en todos sus defectos y glorias. Su obra se adentra en el funcionamiento oculto del cerebro, en las luchas internas del corazón, en la inquietud del alma. Durante seis años (2008-2013), Marder se preocupó por realizar un cuerpo de trabajo, en parte alucinante, en parte real, de trabajadoras del sexo en los Países Bajos, titulado "Anatomía". 

"Antes necesitaba razones racionales para explicar por qué hacía un determinado tipo de trabajo, pero a menudo acabo en lugares por instinto y asombro. En los carteles del museo se puede leer sobre las pinturas de prostitutas de Toulouse - Lautrec y cómo sus cuerpos eran menos forzados y esperados. También me fascinó la idea de que la supervivencia de una persona pudiera ser también su arte. 

A principios de este año, Marder publicó una obra titulada "SNAFU - Situtation Normal All Fucked Up", compuesta por imágenes fijas y animadas del artista y de dibujos animados tipo Disney en un estado de aislamiento, desesperación, hilaridad burlona y enfermedad. Durante la pandemia, Malerie Marder realizó una excavación arqueológica para descubrir un tesoro de sus fotografías en blanco y negro realizadas entre 1990 y 1995 (entre 19 y 25 años).