

Biografía
Nació en 1984 en Los Ángeles, California. Vive y trabaja en Pasadena, California, EE. UU.
Michael Hilsman realiza pinturas no literales de objetos y figuras que exploran el absurdo, la magia y la espiritualidad latente del mundo físico.
Utilizando formatos asociados con la pintura clásica, como el retrato y la naturaleza muerta, y empleando un amplio vocabulario visual que va del naturalismo al expresionismo, Hilsman construye pinturas monumentales cuyos objetos y figuras están en un estado de disolución y fragmentación, a menudo pareciendo separarse de sí mismos y formarse de nuevo, pareciendo familiares y extraños.
Ya se trate de las voluminosas figuras masculinas o de las representaciones de diversas especies de flora y fauna, las figuras y los objetos en la obra de Hilsman tienen una conexión frágil y tenue con su propia materialidad. Son torpes, vulnerables, efímeros y desgastados por el peso constante de la realidad. Las frutas y verduras parecen magulladas y se acentúan las múltiples absurdidades y peculiaridades del cuerpo humano. En la obra de Hilsman, las imágenes sólidas desaparecen y las etéreas se vuelven concretas, atrapadas en un estado de reconciliación entre la experiencia física y la intangible.
Diversos objetos y temas reaparecen en la obra de Hilsman, como dientes, paredes, raíces, zapatos, manos o una figura extraída del cuerpo del artista. Poseen una naturaleza específica: son recipientes que retienen su propia esencia, o el recuerdo que tenemos de ellos. Al referirse así a la visión proustiana, los objetos de Hilsman no tienen valor en sí mismos, sino que sirven como desencadenantes de un recuerdo o un conocimiento más profundo, una experiencia humana tanto colectiva como personal. Los elementos narrativos están fragmentados, apareciendo como detalles incompletos y misteriosos al margen de una escena principal invisible.
