Olir

“Más intuitiva que elaborada, su mirada fotográfica, agudizada desde su primera cámara réflex hace 30 años, se guía sobre todo por la emoción de un momento. Habiendo viajado a menudo, esto le permitió multiplicar estos momentos y así alimentar una fototeca particularmente ecléctica que utiliza principalmente para crear el fondo de sus fotomontajes. Y ya sean lejanos o formados por simples andanzas vecinales, estos viajes son una fuente inagotable de la que brotan, a veces, de forma inesperada, poesía, magia y una visión alternativa de la realidad.

Después de haber trabajado durante muchos años en una asociación dedicada a la ceguera, rápidamente se dio cuenta del impacto de las imágenes en la comprensión del mundo y de la dificultad de integrarse en la sociedad actual con una discapacidad visual. En un mundo en el que la información y el conocimiento escritos están al alcance de un clic, ahora es fácil hojearlos estando en casa... Entre las innumerables fuentes de las que bebemos a diario subsiste la duda sobre la realidad objetiva de las palabras utilizadas por su autor, estando nuestra comprensión ligada a nuestra propia historia. Si a veces las palabras tienden a canalizar con firmeza nuestros pensamientos, a veces una sola imagen puede liberarlos, como un lenguaje universal que se dirige a la sensibilidad de cada uno más que a su intelecto. “Sugerir es crear. Describir es destruir", dijo Robert Doisneau. Por ello, su enfoque fotográfico intenta seguir este camino, prefiriendo así la sugerencia a la descripción.

Desde hace 3 años se dedica casi exclusivamente a escribir relatos mediante fotomontajes, para sí mismo o para otros, como ilustrador. Sus creaciones están, para muchos, inspiradas en el cine, la literatura, la pintura o incluso la música. Es una forma de rendir homenaje a obras y/o artistas que le han tocado. »