Bruno Catalano

Nacido en 1960 en Marsella, Bruno Catalano ha sabido expresar su energía creativa en el arte desde su juventud. Como artista autodidacta y muy sensible al ser humano y sus problemas, Bruno Catalano plasma sus ideas y sentimientos en esculturas originales y únicas.

El tema universal de los viajes y el destino desconocido inspira a Bruno Catalano. Aunque las primeras obras de Bruno Catalano son compactas y convencionales, las series que le siguen se vuelven más expresivas y refinadas. Estas asombrosas creaciones, con sus cuerpos recortados y su falta de volumen, invitan al espectador a reconstituir mentalmente sus contornos. De esta forma, Van Gogh sigue vivo, con la maleta en la mano, dirigiéndose al campo provenzal, pero con una ligereza casi abstracta, abierto al viento y la luz. ¿No es acaso el destino lo que Bruno Catalano intenta hacernos ver y reflexionar?

A través de sus esculturas, Bruno Catalano recrea la aventura de la especie humana, siempre entre dos orillas y traspasando todas las fronteras. Cuando viajamos, dejamos partes de nosotros en los lugares a los que llegamos: nuestras vibraciones, nuestros sonidos, nuestras palabras no se pierden en el espacio, permanecen en esos lugares. Los lugares nos arrebatan partes de nuestras vidas y de nuestras almas. Fue un desafío para Bruno Catalano lograr este efecto y construir esculturas de bronce sólidas y equilibradas, pero sus sorprendentes creaciones logran traducir estas ideas.