Lapin Mutant

El trabajo de Lapin Mutant combina dos pasiones: el arte y la psicología. Su trabajo es instintivo, nervioso, liberador e incluso terapéutico y se basa sobre todo en la emoción.

Trabaja en la acumulación de personajes multifacéticos, por ejemplo, el ojo de un rostro que se convierte en el oído de otro. Esta multiplicación de personajes, de apariencia casi torturada, representa la variedad de trastornos psicológicos inherentes a la sociedad actual y los diferentes aspectos de cualquier personalidad.

En sus obras encontramos un personaje recurrente, al que llamó Joris; es una especie de autorretrato. Es un niño pequeño que envió a vivir dentro de ella.

"Terminaré cuando el lío me haga bien a los ojos", es su línea de conducta. Confía en su mirada que siempre busca a "la pequeña bestia" y que se acumula hasta que la masa puede satisfacer su ojo. Actitud que ella apodó "maníaco-burdel".