Jules Feta

Su recorrido fotográfico es un retorno a las fuentes, a lo esencial. Primero blanco y negro, París, película ... Brassaï a la vista ... era el momento de la iniciación.

Luego vinieron los Pirineos Orientales, los paisajes montañosos, los colores relucientes de Cataluña empezaron a llenar su universo ... Había llegado el momento de aprender, largo y laborioso, hacia el encuentro con los elementos: El Fuego, el Agua, la Tierra y el Aire. .

Éste fue progresivo al ritmo de los descubrimientos, teniendo lugar en su arte influyendo en su forma de vida y su visión del mundo, impregnando incluso su propia identidad: Jules FETA

“Caminando por las regiones circundantes, en una oleada de respeto y comunión con los elementos, observo en un fragmento del paisaje, los frescos representados por la naturaleza.

Cámara en mano, me acerco lo más posible a sus incesantes movimientos fluctuando con el ritmo de los vivos.

Luego aparecen estas escenas encantadoras, efímeras y oníricas ancladas en la realidad del momento. Son un mensaje que nos envía la naturaleza, un lenguaje que despierta emoción y despierta la imaginación.

Como testigo del gran "dibujo", tiendo a mostrar la belleza infinita de la naturaleza, el rostro de los elementos ... invitando así a la conciencia de esta magnificencia, de su carácter vivo y de su omnipresencia, en lo efímero como en lo atemporal, en su totalidad hasta el más mínimo detalle ".