
Biografía
Desde hace quince años, Zaza, mujer escultora, desarrolla su actividad con pasión en el suroeste de Francia, donde se inspira en el mundo de los toros, el rugby y el mar.
Ha participado en numerosas exposiciones tanto en Bayona como en Dax. Recibió el primer premio de escultura en 2003 en Mont de Marsan. “Mi trabajo se basa en la abstracción global del detalle, manteniendo un máximo de volumen”.
Tras homenajear al Festayre con el cartel del Festival Dax 2010, Zaza dedicó 2011 a la tauromaquia. Preferidos y encuentros han estimulado la creatividad de la artista, que dedica una pasión a este emblemático animal cornudo, noble y lleno de presencia al que otorga lo esencial y lo sublime: "el ideograma del toro, esta silueta que básicamente lo resume a partir de cuernos a la cola”, dice ella.
Especialista en esculturas de animales, la artista se destaca en la producción de actores taurinos… “Los animales me hablan”, dice con sencillez. Sea cual sea el soporte, cemento celular, serpentina de Zimbabue, bronce, estos toros y otros osos polares ofrecen una visual redonda, cálida y dinámica que dan ganas de deslizar la mano y mirar.
Inspirándose en Niki de Saint Phalle y en las voluptuosas esculturas de Botero, Zaza muestra sus particularidades desde una pasión descubierta en la infancia y cuando manipulaba el barro bajo los consejos de Benoît Lasserre.
La fama no se hizo esperar, la artista expuso en Dax, Bayona, San Juan de Luz, Madrid, Bilbao y ganó trofeos. ¡Los numerosos coleccionistas internacionales enamorados de un arte crudo e intuitivo donde se mezclan la fuerza, la modestia y la sensibilidad, que ya se han cruzado con las esculturas de Zaza se han enamorado!