Billy Dust es el nuevo seudónimo de un artista de street art. Creó este alter ego para aventurarse, enmascarado, en un universo más colorido y onírico que aquel en el que suele evolucionar. Formas y colores juegan con su transparencia en un suave ballet entre la abstracción y la figuración. Sus obras, en parte diseñadas digitalmente, son reinterpretadas y transformadas con pincel y acrílico. Digital, litografía y pintura se encuentran allí para crear un universo acuoso, lúdico y accesible, decididamente jubiloso y luminoso. Alternativamente, su obra evoca la naturaleza, la arquitectura, el equilibrio, la suavidad y, en ocasiones, la infancia. Un ballet de historias unidas por un hilo rojo: el color.