Clara Ramírez Katz, en esta nueva exposición, continúa su larga exploración de espacios, superficies y formas de la naturaleza. Se logra una abstracción poética que transformaron sus territorios evocaciones imágenes bañadas por una luz ancestrales, fueron testigos del paso de civilizaciones y sus obras.

Inspirado esta vez por el árido y calcinado Grecia, pinturas visitar en diferentes rectangular, ovalada, oblonga, circulares, múltiples colinas, rocas, valles, playas, lechos de ríos secos, acantilados, depresiones, parcelas, donde a través del viento milenios y el sol han trabajado y dejó huellas en la corteza terrestre brutalmente.

Clara Ramírez Katz en su taller de preparación de los colores que utiliza, únicas en su tono, rojo cadmio ruidosamente con cobalto planta verde, turquesa, amarillo y blanco, que a su vez flotador de suelta su lienzo de lino fresco, dejando las tablas como inacabada, dando el aire , creando silencios.

También destacan las superficies salpicadas de pequeño óvalo o texturas de piedra irregulares y negro en forma de meteoritos allí para siempre, o emanaciones de árboles petrificados a lo largo de las carreteras o en las orillas de ríos secos. Las formas y los colores que la oferta Clara Ramírez Katz superficies utilizadas Evoke diversos accidentes geométricas causadas por el trabajo humano a través de los siglos, ya veces se ven como caminos abandonados que conducen a los oráculos vigilados por la Esfinge, o las paredes y columnas de los templos griegos en ruinas sugiere que erosión.

En otra serie, diferente viaje a través de las formas de islas, islas, valles, depresiones o costas irregulares caóticas del mar, que explora con líneas negras de figuras humanas inspirado fragmentos bustos clásicos rescatados de esculturas griegas diseminadas por el territorio, en homenaje a la diosas y dioses guardianes, Venus, atletas, ninfas.

El trabajo más reciente de Clara Ramírez Katz se ve afectada por una explosión devastadora de plenitud y el sol, y ver cada una de las tablas de esta nueva exposición, dípticos, trípticos, rectángulos alargados, óvalos, círculos, que son como ventanas al paisaje, que se siente la plenitud y la madurez de
obra obtuvo en los últimos años y ahora ha alcanzado, sin duda, los altos niveles de abstracción y la calidad poética. En estos nuevos territorios, la vida está presente en todas sus formas y colores, podemos ver el paso del magma volcánico en las laderas del terreno, los saltos de telúricas, las fronteras falta erosión que revela nuevas capas de la piel secreta terrestre, más vivo que borrada por el viento o el agua.

Esta extraordinaria alegría que nos comunicamos las imágenes combinadas para esta exposición es el fruto del rigor de la obra pictórica del artista, una obra solitaria que rinde cuentas a nadie excepto a sus propias intuiciones y obsesiones. Las formas y las texturas de las pinturas de Clara Ramírez Katz permanecen para siempre grabados en nuestra memoria, como las de un planeta recién descubierto donde perdemos y ambos somos.

- Eduardo García Aguilar, Noviembre 2018 Traducido por Stéphane Chaumet