Manténgase Zen

Ninguna obra coincide con su criterio de búsqueda

Ninguna obra coincide con su criterio de búsqueda

Manténgase Zen

Para compensar el ritmo de nuestras agitadas y ajetreadas vidas, a veces necesitamos respirar, sobre todo al llegar a casa. Centrarse en una decoración zen parece ser una excelente manera de recargar fácilmente nuestras baterías.

En primer lugar, es sencillamente imposible hablar de una atmósfera zen sin mencionar la técnica ancestral del Feng Shui (este arte chino milenario que supuestamente nos ayuda a alcanzar la serenidad y la plenitud absoluta actuando directamente sobre nuestro entorno físico). El método "Feng Shui" se traduce como "viento y agua" en francés y se basa en los cinco pilares elementales: madera, fuego, tierra, metal y agua. La decoración, llamada "feng shui", respeta estrictas reglas de ordenación para obtener un espíritu zen, empezando por el uso de materiales naturales como la madera clara (madera de deriva, ratán e incluso bambú natural...).

Los colores también desempeñan un papel fundamental en la búsqueda del "feng shui". En referencia al yin y al yang, que se oponen pero siempre se complementan en el espacio, elegimos y combinamos colores muy diferentes. Para el yin, optamos por tonos pastel muy suaves, como el azul cielo o el verde anís. Para el yang, en cambio, hay que considerar los colores cálidos dominantes, como el naranja y el rojo fuego. En general, siempre se prefieren las paredes blancas o sin blanquear, sobre todo en el dormitorio para conseguir un ambiente relajante. Para un resultado feng shui perfecto, piensa en cuadros decorativos que casen todos estos colores de forma elegante.

Además, una decoración zen es, por definición, minimalista. Empezamos por deshacernos de lo superfluo para quedarnos sólo con lo esencial. Sin embargo, un diseño interior refinado no impide tener una decoración de pared bien elaborada. ¿Y qué mejor que una obra de arte para completar una decoración zen y permitirnos evadirnos? Se pueden considerar los trípticos o los abstractos monocromos. Los cuadros, las fotografías de paisajes o de animales también son posibles como ideas para la decoración zen. Este tipo de obras permiten evadirse de la vida cotidiana y, con una simple mirada, tranquilizar al espectador. No pretenden impresionar, sino que simplemente existen por su pura belleza.

Además de los cuadros, algunos objetos decorativos pueden acentuar la zenitud de la casa: una estatua con la efigie de Buda; estatuillas que traigan buena suerte; jarrones pintados, un puf... aportarán un importante toque étnico a su interior y contribuirán a crear un remanso de paz en el que da gusto vivir.

Una decoración zen armoniosa se extiende también a un jardín zen. La naturaleza y el agua desempeñan un papel importante en esta estética japonesa. Sólo podemos aconsejar la adquisición de obras de arte que representen flores (la orquídea por sus líneas puras, los cerezos en flor, los nenúfares) o elementos acuáticos.

Descubra también el arte ancestral de plegado de los monjes budistas, el origami, con suspensiones por qué no originales del artista japonés Tsuyu.

Así que para adoptar la actitud zen, tanto si busca una cabeza de Buda como un cuadro que no contraste con su interior de meditación, Artsper le ofrece una selección única de artistas: Sax Berlin, Joon Choi, Peter Brook Ball y muchos más.

Leer más