Antropomorfismo & arte

De origen griego, el término antropomorfismo se compone de las palabras "ser humano" y "forma". En términos sencillos, el antropomorfismo se produce cuando se atribuyen rasgos característicos de los seres humanos a objetos o criaturas que no son humanos, como dioses, animales, fenómenos o incluso ideas.

El antropomorfismo se encuentra ya en el arte egipcio, donde los fenómenos naturales, el cosmos, los lugares y los conceptos abstractos fueron representados desde el principio como deidades de aspecto humano. El estilo sigue atrayendo a los artistas de todas las épocas. Por ejemplo, el maestro del surrealismo, Salvador Dalí, representa a una mujer en "El gabinete antropomórfico" cuyo pecho está compuesto por cajones abiertos, una representación simbólica de la memoria. El antropomorfismo también se utiliza en la literatura y en las artes visuales. De hecho, escritores como Lewis Carroll y el conejo de Alicia en el País de las Maravillas o Jean de la Fontaine y sus fábulas son aficionados a ella. En el cine y en las películas de animación, Walt Disney, que transforma cualquier objeto de nuestra vida cotidiana en un ser vivo y humaniza a la mascota o al animal salvaje, es un destacado antropomorfismo. 

Nuestros amigos los animales son el tema favorito de las películas antropomórficas, que generalmente pretenden expresar una visión o característica de la raza humana o de la sociedad. Amadas o temidas, las especies animales siempre han fascinado al hombre.  Nos recuerdan que nuestro comportamiento no está tan alejado del de nuestros compañeros chimpancés y que, curiosamente, algunos animales son a veces mucho más humanos que nosotros. El hombre siempre ha jugado con estas similitudes para expresar sus instintos más profundos de otras maneras.  

¿Pero qué pasa con los pintores y fotógrafos contemporáneos? Artsper ha seleccionado unas cuantas obras que le harán ver a su perro de otra manera.