Christina Hohenwarter

Años antes, en mis viajes en bicicleta y mochilero por España y Sudamérica, aprendí a confiar en mi intuición y viví momentos en los que no podría haber estado más cerca de la naturaleza y de mí mismo. Mientras trabajaba como terapeuta creativa, observé cómo la Pintura Intuitiva desencadenaba procesos internos en mis clientes, pero también redescubrí el tesoro en mi corazón de artista que había estado dormido durante muchos años. Tuve que poner estos mensajes de la naturaleza en el lienzo para volver una y otra vez desde el exterior a mi ser interior y percibir lo que realmente quiero. Con el nacimiento de mi primer hijo, dediqué mi tiempo y energía por completo a mis hijos y al arte abstracto. Hoy veo mi obra de arte como un medio para recordarle al espectador sus necesidades, anhelos y deseos más profundos. Mis hijos me hicieron entender que no se trata de ser perfecto o de juzgarte por lo que haces. Me di cuenta de que hago algo porque TENGO que hacerlo. Y eso significa ARTE.