Saima Altunkaya (Akkadia)

En perpetua investigación, el artista Akkadia explora su ciudad que nunca deja de redescubrir. Puede perderse en el laberinto de sus calles y callejones. París, lugar y tema de creación de la mayoría de sus obras, es un laberinto que lo inspira.

Las iluminaciones de las avenidas durante el período navideño y las vidrieras de sus iglesias forman parte de su búsqueda tanto como los parques y cementerios.

Uno de sus lugares favoritos es el cementerio Père Lachaise. Fotografía pasajes y callejones en escenas de luz, recogidas en la serie “Santuario”. Père Lachaise le da una fuerza de atracción difícil de explicar. En el corazón de una ciudad eléctrica, representa un dominio de tranquilidad celestial donde el sueño y la realidad se unen. Tan pronto como una persona cruza su imponente portal, parece entrar en un mundo de ensueño. Más allá de las comodidades y usos desarrollados por los humanos, aparece un velo de caos que ella no puede ni quiere levantar: la magia debe permanecer intacta. Sus fotografías expresan y retratan este sentimiento difuso.

Akkadia regresa allí constantemente, durante ciertas estaciones y condiciones de luz.

En la serie "Leftovers / Les vestiges", ella mira las flores de tela de las tumbas: oscuras alegorías de nuestro pasado y ominosos presagios de nuestro efímero presente. Por el contrario, las imágenes de la serie “Los jardines colgantes / Les Jardins suspendus” rinden homenaje a la belleza del deslumbrante regreso a la vida de la primavera.

Utiliza varias técnicas fotográficas, como la exposición a largo plazo o la exposición múltiple. Incluso si las fotografías están construidas con extrema precisión, se deja un lugar al azar para que él complete el trabajo como herramienta creativa.

El inconsciente, la intuición, la singularidad del momento, las huellas de la existencia y lo efímero, la fragilidad de nuestro ser son los temas principales de la obra de Akkadia, una obra escrita con complejidad pero también y sobre todo con la ayuda de la luz.