Chalom

En las Escrituras dice que: “Al que venciere, le daré de comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino aquel que lo recibe".

Entonces, el fabricante de marcas con sede en Phillip Island le pidió a Dios que le dijera su nombre secreto y el nombre CHALOM le fue pronunciado en un sueño. Es una palabra hebrea que significa “Soñador".

La práctica del artista consiste en expresar visualmente sueños y meditaciones, donde superpone bendiciones escritas, profecías y escrituras con materiales y medios en su mayoría encontrados o recuperados, páginas bíblicas incrustadas, notas a lápiz y trazos gestuales con barras de aceite, pintura en aerosol y lápices de carpintero. Más allá de los fondos aleatorios, rara vez se utilizan pinceles o herramientas, solo manos y dedos que emplean textos garabateados, garabatos, formas y motivos abstractos y vagamente figurativos.

El prolífico trabajo de CHALOM es una práctica profundamente espiritual, y le encanta escribir bendiciones y profecías, escondidas en pinturas subyacentes para que el espectador las experimente como misterios y un flujo energético positivo, con la intención de cambiar la atmósfera en los espacios donde se cuelgan las obras.