Sue Rosalind Vesely

En un lenguaje de su propia creación, vesely inyecta escenas mundanas con un sentido de misterio y magnetismo.

Acostado en un cochecito en algún lugar de Inglaterra a principios de la década de 1950, un bebé miró hacia arriba, hipnotizado por la forma en que las hojas del árbol se recortaban contra el cielo crepuscular. En ese momento, el destino artístico de Vesely quedó sellado. El azul del cielo del atardecer, el naranja de un enorme cartel de frijoles horneados y la increíble belleza de los cristales de colores son recuerdos imborrables de esta época. El arte me eligió a mí.

Nacida de padres anglo-checos, fue una niña prodigio, dibujando de forma naturalista desde los tres años.

Vesely tiene un Manifiesto;

He desarrollado un lenguaje que llamo Anominalismo de la mente inconsciente, que es genérico y se relaciona con el subconsciente de todos. El enfoque de pintar la apariencia genérica del mundo, redondeado por la memoria, contribuye a una sensación de distancia y familiaridad paradójica con las figuras y espacios oníricos representados.

En un sentido estético, la obra es un cruce entre Miguel Ángel y Francis Bacon, dice ella. La superficie es intencionadamente bella aunque el concepto no es decorativo. Ella no pinta nada del natural, tengo un modelo 3D en mi cabeza, que puedo girar en todas las direcciones. Es quizás este método el que contribuye a la sensación de ingravidez en sus imágenes.

Vesely enseña dibujo en The Art Gallery of NSW. Está representada en Australia por West End Art Space.

'Anominalismo'. Uso mi memoria para hacer imágenes inventadas y abstractas de personas y espacios. La memoria de las apariencias es un lenguaje que nos conecta a un nivel más profundo que el habla. Las apariencias existen sólo en la visión y no tienen nombres.

Nuestra experiencia visual continuamente específica forma modelos en la mente, que se convierten en modelos genéricos cuando son simplificados por el filtro de la memoria.

Fáciles de leer, mis imágenes figurativas atraen al espectador a participar en el proceso onírico de recordar e interpretar lo que se significa. Los mensajes dentro de cada pintura son los resultados del proceso, como algo varado en la orilla.