Violet Bond

Violet Bond es una artista multidisciplinaria australiana que creció en el remoto interior del norte de Australia, en tierras indígenas. Es una artista ambiental que trabaja con la naturaleza, las estaciones, los elementos, “todo lo que hay bajo sus pies”. A Violet siempre le han fascinado la muerte, la decadencia y el ciclo natural de la vida en lugares salvajes.

Principalmente una artista tradicional, crea cerámicas a partir de arcilla silvestre y esculturas a partir de huesos, plumas y otros materiales naturales encontrados. La práctica del arte indígena australiano siempre ha sido una fuente de asombro y admiración para Violet, quien ha observado a las personas de las Primeras Naciones crear a partir de elementos encontrados en el monte y poco más. Su práctica está verdaderamente arraigada en una profunda conexión con el mundo natural.

Esta conexión es aún más notoria en sus actuaciones. Su cuerpo se convierte en su propio material con el que es libre de expresar todos sus pensamientos y conexiones, iniciando un diálogo entre el hombre y la belleza cruda de la naturaleza, inspirando a los espectadores a pensar en su relación con la naturaleza salvaje. El autorretrato performativo utilizando tecnología digital permite a Violet transmitir a los espectadores un poco de su experiencia en estas tierras y le brinda la oportunidad de capturar la naturaleza y su fugaz belleza, una performance efímera y única profundamente arraigada en el paisaje australiano. Crea a partir de hierba, agua, cenizas y huesos, por lo que tiene poco o ningún impacto en el entorno en el que trabaja. El objetivo de Violet es crear conciencia sobre la importancia de la naturaleza y profundizar nuestra comprensión del mundo y su fragilidad.

Se presenta de manera cruda y sin filtros, siendo su cuerpo una escultura en sí mismo. Ella le dice a cualquiera que la escuche que estas tierras no son suyas, sino de los pueblos indígenas de Australia, y que la colonización es una tensión siempre presente en su trabajo. Violet Bond insiste en respetar a los propietarios tradicionales de la tierra y siempre les pide permiso antes de realizar obras en el territorio.

Su atracción y afecto por la naturaleza también se manifiesta en el respeto y fascinación de Violet por el ciclo de la vida. Muerte, fuego, agua: con cada nueva imagen crea una metáfora visual de este ciclo incesante de vida y muerte, destrucción y renovación. Cada obra demuestra un profundo respeto, pero también una profunda comprensión de este ciclo que honra el equilibrio natural de las cosas, así como un homenaje a la tierra y su lenguaje eterno.