Nathalie Bergiers (NAT)

Después de estudiar en Saint-Luc Bruselas y seis años de pintura en la academia Braine l'Alleud, tuve el desafío de escribir, trazar, trazar, así que comencé a estudiar grafología. La línea, la escritura, el cuerpo, el dibujo, la pintura, la danza y el sonido son lenguajes que nos ofrecen sus secretos, sus símbolos desde los albores de los tiempos.

La espiritualidad, la mitología, la actividad onírica o meditativa me llama y cristalizo un momento que se me ofrece en el espacio-tiempo. Aparece una forma de meditación activa. La tinta china alimenta mi investigación, mi trabajo que cuestiona la vibración de blancos y negros, y todas las diluciones que resultan de ella.

La poesía entre la sombra y la luz hace que mi línea baile, vibre a través de mi propia sensibilidad. En cambio, el trabajo con pigmentos puros despierta en mí la sagrada alegoría del surgimiento primordial de la vida que intuitivamente siento. Habitado por una conciencia voluntaria o por un inconsciente espontáneo, me ahogo en la inmensidad de sus cuadros.