Chengdong Guo

“Cuando era pequeña, todos los veranos iba a la casa de mi tío en una región de Mongolia. El era un pastor. Tenía un caballo (como todos los pastores de Mongolia) que para él era más que un animal doméstico. El era su verdadero amigo. A menudo, mi tío me levantaba y montábamos juntos. Fueron momentos inolvidables para mí. En ese momento, la civilización aún no había llegado a esta región. Los pastores vivían de forma nómada, el paisaje estaba más intacto. Vastas llanuras hasta donde alcanza la vista, lagos que reflejan el azul del cielo. Ahora con la industrialización la gente ya no monta a caballo sino en carruajes 4 × 4 y el famoso caballo mongol es una atracción para los turistas. Todo el ecosistema está en crisis. Debido a la contaminación, hay menos lluvia, la tierra se está secando, la gente se está quedando sin agua. En el verano de 2006 regresé a esta región. Sentí el cambio en la conciencia de la gente, se dieron cuenta de cuánto la civilización tenía un impacto negativo en la naturaleza y se rompió el equilibrio entre el hombre y la naturaleza. Están intentando restablecer este enlace perdido nuevamente. Por lo tanto, me centré en la representación del hombre y el animal, por la importancia de su lugar en la naturaleza hoy. Quiero trabajar en esta relación que une este mundo contemporáneo con nuestro entorno natural. Es importante tener cuidado de no perder esta riqueza en un mundo propenso a dañarla. "