Seock Son

Son Seock nació en Corea del Sur en 1955, y vive y trabaja en Francia desde 1995. Sus obras pertenecen al mundo de las sensaciones visuales: con cada cambio de posición, el espectador puede observar una transformación en términos de color, forma, y profundidad. Las imágenes desaparecen y aparecen según nuestro movimiento, e incluso tenemos la impresión de que se escapan del plano del cuadro para unirse a nosotros en la realidad. El espectador se involucra en la obra, fascinado por los efectos surrealistas creados por el contraste entre las imágenes de primer plano y de fondo, y también por el aspecto táctil, completado por el uso del puntillismo. El trabajo de Son Seok trasciende la pintura tradicional y desarrolla nuevos métodos, mientras se aleja de un mundo que gradualmente se está volviendo más centrado en los medios digitales y la fotografía. Las líneas verticales crean la ilusión: no se distribuyen al azar, sino que son el resultado de un pensamiento matemático y lógico por parte del artista. Entonces se reduce la importancia de los temas, por ejemplo, elefantes y cerámicas; Son Seok no los representa en primer plano, pero los presenta casi como objetos fantasmas. Sin embargo, tal minimización de la narrativa fija no ilustra una falta de significado, ya que permite al espectador centrarse en cambio en lo estético y lo figurativo. Las obras táctiles de Son Seock exponen la calidad intangible de los objetos. Al establecer un vínculo entre las imágenes y el fondo táctil, el artista sugiere una inversión de la lógica. Cuando el jarrón desaparece, el espectador se da cuenta del caos de la percepción y su relatividad. Por lo tanto, Son Seok permite a su audiencia descubrir la brecha entre lo que existe y lo que no existe, entre lo visible y lo invisible.