Nerea Azanza

Llamo a mi visión: Arte en expansión. Hago cuadros abstractos figurativos divididos en módulos. Estas figuras, reunidas en forma de instalaciones, sugieren las piezas de un rompecabezas que trato de unir mediante composiciones de colores vivos y líneas orgánicas precisas a mano alzada. Quiero desafiar la credulidad del espectador en el arte abstracto. Para hacer esto, pinto a mano estas líneas de alta definición con calidad de máquina.

Mi arte trata sobre el momento, un ritmo innato donde la aparente complejidad se reduce a un flujo dinámico. Trato de desafiar las limitaciones espaciales para mostrar que el mundo está en movimiento. El principio y el final de las cosas siempre encuentran un punto en común. Además de las disrupciones y la impermanencia, el sistema muestra una capacidad de transformación que demuestra su resiliencia. Todo vive en expansión, diferenciado y conectado al mismo tiempo.

El estudio de la estética japonesa, el comportamiento de la Madre Naturaleza y las tribulaciones de la Condición Humana son fuentes constantes de inspiración. Joseph Albers, el movimiento de pintura de borde duro, la arquitectura de Zaha Hadid y el diseño paramétrico contemporáneo son influencias importantes.

Sigo un proceso artístico intuitivo y experimental. Sin soporte de croquis, cada obra comienza con una pequeña imagen que voy ampliando en el espacio. Adquieren una escala mayor. Puede ser un retrato dibujado con lápices de colores, una fotografía en blanco y negro bordada o un pequeño collage que crece a lo largo de las líneas en los diferentes módulos. Principalmente utilizo técnicas mixtas al agua sobre papel, madera, lino y textiles ecológicos hechos a mano.