Elaine Ashburn

Me di cuenta de que la gente dejaba objetos grandes -como farolas antiguas y sofás antiguos de terciopelo- fuera de los contenedores de reciclaje. Me fascinaban. Para mí eran objetos preciosos que había que conservar. Como no podía llevármelos a casa, empecé a hacer fotos de todo lo que encontraba: botas de agua, ángeles, botellas de cristal, cartas de tarot hechas jirones y joyas polvorientas. Estaba obsesionada y volvía semana tras semana a por más. Parecía haber desarrollado una afinidad por la chatarra. Como director artístico de publicidad, mis conocimientos de Photoshop eran muy buenos, así que empecé a hacer collages. Mis primeros intentos carecieron de personalidad, pero estaba decidido a convertir esos hallazgos en arte. Utilicé mis conocimientos de la escuela de arte, las clases de historia del arte que había estudiado y cualquier otra cosa que se me ocurriera. Poco a poco, descubrí un patrón de interpretación y nació el découpage digital.